Gusto étnico ebay
Articulo en proceso no ordenado ni terminado.
Mbangu MBUYA
Esta máscara* de los pende (tribu que habitaba en una de las regiones del sur del Congo, hoy República del Zaire) que representa un Mbuya (espíritu de poder) caracterizado como Mbangu, ser de rostro asimétricamente deformado en lo que parece una parálisis facial que le configura en una suerte de dualidad. Dualidad que se verá claramente reforzada por el antagonismo cromático hemifacial. Y cuyo significado en la horrible mueca de su parte oscura está entre la maldición del embrujamiento del hechicero, el ataque epiléptico, picaduras de viruela en el parpado caído y la cicatrización de terroríficas lesiones ígneas…. En suma: todo lo maligno. En ciertos ritos el Mbangu es también objeto de mofa, de burla en su desgracia…
CONGO (Máscara Jowke)
De la etnia Jokwe de Congo significa la unión de la fuerza de la naturaleza con el ser humano, para enfrentarse a los altibajos y problemas climáticos, de ahí las escarificaciones como imitación de la piel de serpiente, siempre en busca de la fuerza.
GABON Máscaras Punu
La étnia Punu, situada al sudoeste del Gabon. Rinden culto a los antepasados, sus máscaras son celebres incluidas como arte OKUYI, son de rostros delicados y pulidas que blanquean con caolin, son de gran belleza aunque tieen el destino funcional de encarnar los espirtus de las difuntas, en las ceremonias de duelo. La lleva un danzarin sobre zancos que evoluciona por las casas del poblado.
El modelo demuestran una maestria escultural excepcional las cejas bien marcadas, y la boca en un mohin de triteza, a pesar de su aspecto ideal.
Recordemos el color blanco de las máscaras es color de luto. se obtiene con caolín.
Fuente : http://latiendadelkirguise.wordpress.com/2013/09/02/mascara-mbuya-de-un-mbango-por-mariano-gomez-de-vallejo/
Máscara Mbuya de un Mbangu Pende
(Apunte para un “colonialismo” estético)
En el leopoldino museo del Africa colonial congoleño-belga ubicado en un palacio de las afueras de Bruselas -museo curioso pues conserva cierto tufo decimonónico ilustrador de la descarnada visión del mundo de esa época colonial sin necesidad política de subterfugio alguno, colonización terrorífica que inspiraría a Conrad en su testimonial novela El corazón de las tinieblas (Heart of Darkness, 1901)- entre otras curiosidades antropológicas se encuentra una llamativa máscara ritual de rostro deformado. No deja de haber algo en ella que nos suena. Ya se ha reparado en que esta deformación facial de inspiración africana se encuentra en una de las máscaras-rostro de aquellas picassianas “señoritas”. El prostíbulo del carrer Avignó barcelonés hecho cuadro protocubista y emblema de la modernidad.
señoritas de avignon fragmento 1m
Las señoritas de Avignon, (fragmento) Picasso 1907
El pintor se apropió –dijo- de esa estética “encontrada” (primeramente serían Derain y Matisse, eterno rival del franco-malagueño este último, quienes “descubrirían” el valor del arte africano, aunque no muy lejos de la inspiración podría haber estado el malogrado Guillaume Apollinaire, inagotable pozo de novedosas ideas, quien bautizaría la susodicha obra como “El burdel filosófico”) y cuyo contenido simbólico no le interesaba para nada… Aún teniendo en cuenta lo que manifestó el pintor sobre su oficio: “para ser pintor hay que ser un poco bruto”…[1] Cuando uno contempla la máscara y repara en lo que esta quiere decir, ve que su contenido resulta insoslayable, inseparable del continente.
Esta máscara* de los pende (tribu que habitaba en una de las regiones del sur del Congo, hoy República del Zaire) que representa un Mbuya (espíritu de poder) caracterizado como Mbangu, ser de rostro asimétricamente deformado en lo que parece una parálisis facial que le configura en una suerte de dualidad. Dualidad que se verá claramente reforzada por el antagonismo cromático hemifacial. Y cuyo significado en la horrible mueca de su parte oscura está entre la maldición del embrujamiento del hechicero, el ataque epiléptico, picaduras de viruela en el parpado caído y la cicatrización de terroríficas lesiones ígneas…. En suma: todo lo maligno. En ciertos ritos el Mbangu es también objeto de mofa, de burla en su desgracia…
El lado oscuro (cuyo negro se consigue con carbón vegetal y grasa) se muestra quebrado, de una “expresionista” anfractuosidad angular, violentamente tallado en el puro dolor, un dolor perenne en las profundas cicatrices del mal. “El mal: esa cosa deforme” (Michaux).
Pero la máscara es el medium, la conexión con la otra parte. Contrapuesto aparece el luminoso antagónico (el blanco se consigue con caolín). Lo claro es el otro lado, el color óseo de los muertos revividos, reconectar con los benefactores, sanadores, espíritus de ultratumba; acuden al llamado los ancestros en su arrebato pugnaz.
Las dos caras de un mismo rostro, acoplamiento de los contrarios. Luz y sombra en constante lucha, bien y mal en eterno combate, un conjuro agonal que se repite, que vuelve a activarse con todo su poder cada vez que el danzante, y en el toda la tribu, ritualmente lo representa.
Muertos en vida, muertos vivientes… ¿Qué nos queda de ello? ¿Seguimos hoy reflejándonos en esa, su dualidad primordial?
El Museo de Arte Africano de Bruselas va a desaparecer; se repetirá el error al deshacer un antiguo museo. En su lugar se hará probablemente un museo moderno, saneado, sin polvo ni alopecias, desencantado, didáctico, interactivo probablemente; pero sobre todo –a buen seguro- políticamente correcto. La retórica para un escrutinio popular manda. Conviene que el “espíritu de la época” aquella, una auténtica lección de historia, no se muestre tan “ingenuamente” como se hacía cuando se proyectó -aunque, no nos engañemos, si bien enmascaradamente, se siguen haciendo las mismas cosas- y esa será la pérdida.
Estas mascaras estan en venta en ebay e ignoro su procedencia y quién las elaboró yo las compré en Ifran (Marruecos) y las puse en venta en ebay. 27/11/2014
http://www.ebay.es/sch/javier-ll/m.html?_nkw=&_armrs=1&_ipg=&_from=
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